05 enero 2009

Juego de ninfa

Denisse Navarro

Dafne, disfrazada de sol, llegó con toda su furia sobre la espalda de Apolo cuando leía el olor de las magnolias; cuando aplastaba con los dedos las dulces jacarandas sólo para ver salir la leche de sus senos maternales.
El sol vino a posarse furtivamente sobre las hojas blancas y con sus rayos encendió el papel, en los ojos de Apolo aparecieron monstruos verdes y rojos que reptaban en las ramas grises, sobre su tronco de mármol y quiso tomarlos, quiso estrangularlos para que ella no le robara su noche, para estar obscuramente solo.
Dafne, con sus raíces de carne, multiplicaba con ahínco aquellos seres amorfos verdicrueles rojinmundos que lo cegaban y ya Apolo no pudo escapar y ya tuvo que encender su espalda, carbonizar su garganta para que ninguna cabeza brillante lo fuese a perseguir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario